Ventanas Passivhaus de aluminio en Alicante 2025

Si vives en Alicante, sabes lo que es dormir con el ventilador a tope en agosto. Por eso en 2025 muchos están pasándose a ventanas Passivhaus de aluminio: no es postureo, es confort y factura. Hablando claro: una carpintería con Uw ≤ 0,85 W/m²K, triple acristalamiento bajo emisivo y clase 4 de estanqueidad se nota desde el primer día. Te pongo un ejemplo real: piso en Playa de San Juan, orientación sur. Con correderas viejas, el salón era un horno a las 16:00. Tras cambiar a hojas batientes con marco de aluminio con rotura de puente térmico y “warm edge”, el interior bajó 3–4 ºC sin encender el aire. Además, con un g en torno a 0,5 evitas que el sol entre como un soplete, pero mantienes luz. ¿Ruido? La diferencia se aprecia cuando pasa el TRAM: el vidrió redujo unos 40–45 dB y la conversación ya no compite con la calle. ¿Lo mejor? terminas usando menos horas el aire acondicionado y el piso se mantiene estable, incluso en olas de calor. Esto no es magia: es control de infiltraciones y gestión solar pensados para nuestro clima de costa.

Te lo digo sin rodeos: puedes comprar una buena ventana y fastidiarla en la instalación. El truco está en sellar bien el perímetro, tratar la caja de persiana y medir. En una adosada de Elche hicimos esto: premarco termoaislante, cintas expansivas en el contorno, membranas EPDM hacia el exterior y espuma de baja expansión solo como relleno, no como sello. Cambiamos la persiana a monobloc con caja de persiana estanca y guías con cepillo doble. Antes del yeso, prueba de humos; al final, blower-door: pasamos de corrientes constantes a ≤ 0,6 ACH50. Resultado práctico: adiós polvo, menos zumbido de tráfico y temperatura más uniforme entre habitaciones. Ojo con la “microventilación”: no es Passivhaus. Si quieres aire fresco sin perder eficiencia, piensa en ventilación de doble flujo con recuperador; tus CO₂ bajan y no abres ventanas a 35 ºC a las cuatro de la tarde. Detalle de instalador que suma: calzos aislantes bajo el marco, encuentros con vierteaguas sellados y remates que permitan dilatación sin grietas. Eso es lo que separa un buen titular de un buen resultado.

Hablemos de números y salitre. En 2025, una ventana Passivhaus de aluminio instalada suele moverse entre 650 y 1.100 €/m²; si añades persiana con caja estanca, súmale un 15–20%. Plazos habituales: 6–8 semanas en campaña. ¿Ayudas? En la Comunitat Valenciana siguen activas las de rehabilitación energética ligadas a fondos europeos: si tu obra reduce demanda del hogar, puedes optar a porcentajes interesantes; pide certificado energético antes y después, fotos y facturas detalladas. Las ayudas Next Generation continúan en 2025, consulta tu ayuntamiento o la Generalitat para requisitos y cupos. En costa (Santa Pola, El Campello), vigila el acabado: pide lacado “Seaside” certificado, herrajes y tornillería A4 inoxidable. Y mantenimiento: una limpieza con agua dulce mensual en perfiles y guías alarga la vida del conjunto; en Alcoy o Elda, con menos salitre, puedes espaciarlo a trimestral. Detalle útil: revisa juntas y cepillos de persiana cada verano; cambiar un kit de sellos a tiempo evita ruidos y filtraciones. Al final, no se trata solo de pagar menos luz, sino de ganar silencio y confort todos los días del año.