¿Otra ola de calor a la vuelta de la esquina? En 2025, en Madrid, las ventanas pasivas de aluminio ya no son capricho, son herramienta. ¿Qué las hace distintas? Perfiles con rotura de puente térmico de 34–40 mm con núcleos aislantes, juntas triples y triple acristalamiento 4/16/4/16/4 con gas argón e intercalario warm-edge. El conjunto logra Uw ≤ 1,0–1,2 W/m²K, permeabilidad al aire Clase 4, estanqueidad E1200 y resistencia al viento C5. Traducción: menos fugas en invierno y menos sobrecalentamiento en agosto. En un piso en Tetuán que medimos el verano pasado, el salón se mantuvo 2 ºC más fresco sin aire con las lamas bajadas en horas punta. Y el ruido de la M-30… más leve, sin zumbido constante. La sensación es simple: menos calor y menos ruido sin tocar el termostato. Además, el aluminio aguanta dilataciones y permite hojas finas para ganar luz, que en huecos estrechos es oro. Si ya tienes persianas, se integran con cajones aislados para que no se conviertan en el “agujero negro” del calor y del frío.
Te cuento un caso reciente en Vallecas: ático orientación sur, Cajón de obra y corrientes constantes. Cambiamos a un sistema pasivo de aluminio con cajón de persiana aislado y lamas térmicas, herraje perimetral oscilobatiente y microventilación. Instalamos con cinta precomprimida exterior (estanqueidad a lluvia) y barrera de vapor interior, sin espuma “a lo loco”. Resultado medido: en la ola de julio de 2025, el dormitorio bajó 2,5 ºC respecto al verano anterior y desaparecieron las condensaciones en los encuentros del mármol. En ruido, la combinación de triple vidrio acústico y marco estanco dejó la noche en 38 dB frente a los 58 dB que registraba con motos pasando; dormir con la ventana cerrada ya no fue pelea. El contador de gas marcó un 18% menos en calefacción en el primer trimestre frío, sin cambiar caldera. En Chamartín hicimos algo similar junto a una vía con buses: con Rw ~42 dB, las videollamadas dejaron de requerir auriculares con cancelación. Moral: el perfil ayuda, pero el montaje fino es el que sella la casa.
Si vas a pedir presupuesto en 2025, céntrate en lo que importa. Pide el Uw del conjunto (marco+vidrio+cajón si lo hay), la permeabilidad Clase 4 y el Rw real del acristalamiento. Pregunta cómo instalan: premarco nivelado, sellado perimetral con cintas, espuma de baja expansión y vierteaguas térmico. Insiste en montaje sin puentes térmicos en alféizar y cargaderos; una buena ventana mal montada es un coladero. ¿Aluminio o PVC? En fachadas muy soleadas de Madrid, el aluminio con RPT gruesa y espuma interna aguanta mejor la dilatación y te da marcos más finos y estables. Plazos razonables: 6–8 semanas entre medición láser y colocación; por hueco, un día con acabado limpio y sin escombros. Ojo a las ayudas: en 2025 hay programas de eficiencia y deducciones fiscales para quien mejore la envolvente; algunos distritos bonifican IBI al justificar el ahorro. No compares solo precio por metro, compáralo por prestaciones y, sobre todo, por el montaje. Así evitas sorpresas y notas el cambio desde el primer mes de facturas.
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