Si vives en Sevilla, ya sabes lo que es pasar de los 40 ºC en verano y luego tragarte la factura de la luz. Por eso en 2025 se está hablando tanto de ventanas de aluminio ecoeficientes. No es moda, es pura supervivencia. Antes se montaban ventanas con perfilería sencilla y cristales normalitos, y el aire del climatizador se escapaba como si nada. Ahora muchos vecinos en barrios como Nervión, Triana o Los Remedios están cambiando a perfiles con rotura de puente térmico y cristales dobles o triples con control solar. ¿El resultado real? Pisos que mantienen mejor la temperatura y aparatos de aire que no van a tope todo el día. Un cliente me decía hace poco: “Con las nuevas ventanas, el salón ya no es un horno a las cinco de la tarde”. Eso, en Sevilla, no es un detalle, es casi una mejora de calidad de vida.
Te lo pongo claro: con unas ventanas ecoeficientes bien montadas, en verano el calor tarda más en entrar y en invierno el frío no se cuela tanto. No es magia, es combinación de buen perfil de aluminio, rotura de puente térmico y un vidrio pensado para el clima sevillano, donde el sol pega de frente muchas horas. Por ejemplo, en un piso en Sevilla Este, cambiamos correderas antiguas por practicables con buen sellado y vidrio bajo emisivo: el ruido de la SE-30 bajó, el salón dejó de deslumbrar por las tardes y la factura eléctrica se redujo en unos 20–25 € al mes según sus propias cuentas. Son cosas muy concretas: menos condensación en los cristales en invierno, menos sensación de “pared caliente” alrededor de la ventana, y poder tener el aire a 26 ºC en vez de a 22 ºC porque el piso aguanta mejor. Eso, a final de año, se nota en el bolsillo y en el confort diario.
En 2025 se están juntando varias cosas: subidas de luz, más olas de calor y, en algunos casos, ayudas y bonificaciones para mejorar la envolvente térmica de la vivienda. Si estás pensando en reformar, es el momento de mirar en serio las ventanas de aluminio de altas prestaciones y no irte a lo más barato “para salir del paso”, porque luego lo pagas en consumo y en incomodidad. He visto casos en Sevilla capital donde, al cambiar todas las ventanas de un piso medio, el consumo anual ha bajado suficiente como para amortizar la inversión en unos pocos años. Además, el mercado en 2025 está muy volcado en perfiles y herrajes más eficientes, y ya no hay tanta diferencia de precio entre algo decente y algo muy flojo. La clave está en que te expliquen bien coeficientes térmicos, tipos de vidrio y, sobre todo, en que la instalación sea seria: una buena ventana mal montada rinde peor que una normalita bien colocada. Ahí está la diferencia real.
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